El Cuarto Oscuro


 El cuarto oscuro es una pequeña habitación o cubículo al cual se le han tapado todas las rendijas y entradas de luz del exterior para evitar que esta dañe las sustancias químicas, el papel y todo el material sensible a la luz que se usa para el revelado fotográfico.

La persona que revelaba las fotografías en el cuarto oscuro debía trabajar a tientas en absoluta oscuridad. El material fotosensible es el papel fotográfico (en el cual se imprime la imagen), los rollos de película que aún no han sido revelados, y los productos químicos, como el revelador, el detenedor y el fijador.
Para la fotografía en blanco y negro se suele usar un pequeño foco de 12 ó 15 vatios de color rojo, ya que la luz roja casi no afecta al material fotosensible. Aunque el rollo fotográfico es preferible revelarlo en absoluta oscuridad, ya que es mucho más sensible a la luz que los otros materiales y sobre todo que muchas imágenes, son irrecuperables en caso de daño del negativo.
El uso del cuarto oscuro está casi obsoleto debido a la utilización de modernas máquinas que revelan e imprimen los rollos fotográficos de manera automática, sin intervención humana, incluso en lugares absolutamente iluminados. Otro factor que ha llevado a su decadencia es la aparición de las cámaras fotográficas digitales, que exhiben la imagen fotografiada instantáneamente y pueden imprimirla en cualquier impresora de una computadora con diversos niveles de calidad.
Solo pocos artistas o profesionales de la fotografía continúan trabajando en el cuarto oscuro para obtener resultados con efectos y acabados especiales,  otros por economía o por costumbre. Pero esta práctica tiende a desaparecer, desplazada por las nuevas tecnologías.